Nos enseñaron a aplaudir aunque algo no nos gustara.
Nos enseñaron a tenerle miedo a la oscuridad y a creer que el sol
era mejor que la lluvia.
Nos dijeron que los hombres no lloraban, que no debían mostrar sus
debilidades, que tenían que ser fuertes.
Nos enseñaron a saludar correctamente, aun a aquellas personas que
no nos gustara su forma de ser.
Nos enseñaron a llorar a escondidas, porque "la risa es mejor que el
llanto".
Nos insinuaron que debíamos casarnos antes de los 30, sino
perteneceríamos al "sector solteronas/es".
Y cuando no aplaudimos, cuando preferimos la noche, cuando no
decimos lo siento, cuando caemos y no logramos levantarnos (o no
queremos), cuando no nos vestimos ni nos peinamos bien, cuando no
hacemos silencio, cuando olvidamos los buenos modales, cuando la
lluvia nos moja, cuando gritamos sin razón, cuando no saludamos;
cuando en lugar de reir, lloramos; cuando tenemos 40 años y seguimos
caminando por la vereda de la soledad, y cuando... cuando pasa todo
esto, los maestros de la vida, se olvidan que una
vez, también nos enseñaron a decir lo que pensamos y a hacer lo que
sentimos.
sábado, 24 de octubre de 2009
LLUEVE POESIA EN SANTO DOMINGO
Estaba cerca de la av.maximo Gomez con Bolivar cuando empezo a llover miles de volantes impresos con poesia del 2do.festival internacional de poesia lanzados desde una avioneta. La clausura del festival será este domingo 25 de octubre en el Museo de las Casas Reales con un show artístico del Ballet Folclórico.
POESIA DE UNO DE LOS VOLANTES
"Los enemigos son beneficiosos a la salud. Son como el equilibrio de aquellas enfermedades que no conocemos a la perfeccion, por mas que los medicos nos las expliquen, pero intuimos, como los colores que mezclamos originan otros, que deterioran el original".
poesia de Amable Mejia (santo domingo,1959)
lunes, 19 de octubre de 2009
¡DECIDÍ TRIUNFAR!
Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí
triunfar y decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo
buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una
solución y decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar
un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver y decidí ver cada
día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no era más que mis propias
debilidades, y que en éstas está la única y mejor forma de
superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui ni lo
seré. Me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa
simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de
subir.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de
enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y
empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de
nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los
sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar; ahora... ¡simplemente
duermo para soñar!.
triunfar y decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo
buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una
solución y decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar
un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver y decidí ver cada
día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no era más que mis propias
debilidades, y que en éstas está la única y mejor forma de
superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui ni lo
seré. Me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa
simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de
subir.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de
enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y
empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de
nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los
sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar; ahora... ¡simplemente
duermo para soñar!.
COMIC Y MANGA EN SANTO DOMINGO
sábado, 17 de octubre de 2009
EL PODER DE LA IMAGEN O LA PALABRA
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